martes, 7 de junio de 2011

La soledad del entrenador

Llevo mucho tiempo sin escribir nada por aquí. ¿Por qué? Os preguntareis. Pues porque he estado demasiado ocupada manteniéndome entretenida para no caer en la realidad. ¿Y cuál es la realidad? La realidad es que ayer, de repente, por primera vez en mi historia me giré y me di cuenta de que MI BANQUILLO ESTÁ VACÍO! Inaudito oye, en 24 años de vida jamás ha estado mi banquillo vacío. Allá por el colegio ya tenía yo una lista en mi diario con los chicos de mi clase que me habían gustado y estaban todos oye, una clase con 15 niños (gracias a Dios por aquel entonces, porque la vida es sabia y no quiere plantearnos toda su complejidad tan joven, en esas épocas los 15 chicos eran susceptibles de ser carne de cañón, no había que pensar en orientación sexual distinta de la heterosexualidad). Bueno miento, he de decir que siempre hubo uno que no estaba porque no iba a religión, y yo si no iban a religión no los quería, que mi madre siempre me dijo que yo me tenía que echar un novio costalero y oye, ahora ni puto caso pero por aquel entonces que fuese a religión era un must. Ahora es que estamos pa’ pedir ¿sabes? Si conoces a uno medio normal y que no te pegue nada malo date por servida maja.
Y desde entonces, año tras año mi banquillo siempre ha estado lleno, ha sobrevivido en ese estado a una carrera plagada de mujeres, a épocas de mayor o menor belleza física, de más y menos neuronas/ simpatía/ llámalo X… Y ahora, de repente, algo raro se ha apoderado de mí y me veo el banquillo en cuadro!! Porque hubo una época que oye, ellos estaban ahí, que había de todo: que igual querían jugar pero tú no los veías preparados para saltar al terreno de juego, o igual los tenías ahí a la fuerza y ya sabías tu que aunque les planteases ser titulares esos jugadores como que pasaban de saltar al terreno de juego, o estaban cedidos en otros equipos esperando a “crecer como jugadores” para volver al equipo esta me la sé muy bien, que soy del Atleti, y por experiencia os digo que nunca funciona. Cuando vuelven siguen siendo igual de paquetes solo que más viejos.
¿Qué me está pasando? ¿Estoy madurando y sólo quiero jugadores que vengan para ser titulares? ¿Me he dado cuenta de que soy del Atleti porque mi vida es igual – promesa tras promesa que se incorpora cada año al equipo para abandonarlo antes de final de temporada bajo los abucheos de la afición o porque “quiere crecer como jugador” y aquí no lo va a hacer?
Sea como fuere, esto es grave, las Cukis (apodo por el que son más conocidas mis amigas) lo están estudiando ya con toda la información en su poder y en breve tendrá lugar un comité de sabias tras la llegada de Inglaterra de una experta en la materia que ha conseguido ver la luz tras abandonar el país. Esperemos que con su iluminación divina, la llegada del terraceo, el calor y las playas, los fichajes de verano respondan a las expectativas generadas y podamos empezar la temporada con el banquillo lleno y la afición ilusionada aunque luego la acabemos como siempre: con abucheos, público que se levanta de las gradas antes del final del partido y pancartas de “diles que se vayan”.

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